La homeopatía también se basa en tres principios fundamentales:
- La ley de los similares: el principio de que una sustancia que causa síntomas en una persona sana puede curar esos mismos síntomas en una persona enferma.
- La ley de la dosis mínima: el principio de que debe usarse la dosis efectiva más baja para evitar efectos secundarios indeseables.
- Individualidad del paciente: el principio de que cada paciente es único y debe ser tratado de acuerdo con sus necesidades individuales.
En comparación, la medicina convencional se basa en la ciencia y la investigación para comprender las enfermedades y desarrollar tratamientos. Utiliza medicamentos y terapias que han demostrado su eficacia a través de estudios clínicos y pruebas científicas. La medicina convencional también se enfoca en aliviar los síntomas y curar la enfermedad, mientras que la homeopatía se enfoca en tratar a la persona en su totalidad.
Fuente: "Homeopatía: una introducción para escépticos y principiantes" Dr. Roberto T Mathie